lunes, 8 de febrero de 2010

Primer examen

1.- En la década de 1960, la sociedad urbana figuraba en primer plano y sus ideas, su forma de ser y de pensar se transformaban a modo de convertirse en un “ser moderno” con la capacidad de trascender y renovarse.
El arte de vanguardia imperaba en todo el mundo y como era de esperarse, los artistas mexicanos decidieron no quedarse atrás por lo que en este momento comienza un importante movimiento de ruptura que pretendía desligarse de lo que hasta ese momento se había realizado artística, social y culturalmente. A partir de este momento hubo un incremento en la producción artística en la que sus creadores se declararon en contra de la falsedad y las banalidades del arte auspiciado por el poder que se había venido dando unos años atrás. Dicho esto cabe mencionar que quienes formaban parte del grupo neohumanista cuestionaban el sistema, criticaban la industria pero sobretodo protegían la esencia del arte en sí. Este movimiento, criticaba en cierta medida el nacionalismo que hasta entonces era representado en la plástica e incluso llegaron a calificar el muralismo como un “elogio burocrático a héroes nacionales” e incluso Rufino Tamayo afirma que el muralismo fue “el último romanticismo posible”. Esto no quiere decir que se deje de lado el carácter nacionalista del arte mexicano sino, que se representa de manera diferente.
Arnold Belkin, uno de los más importantes representantes del neohumanismo y asegura que “es la denuncia de los crímenes que comete el hombre en contra de sí mismo; es la crónica general de nuestros días y nuestro siglo”.

2.- La introducción de nuevas tendencias artísticas y movimientos plásticos, alentó a diferentes artistas mexicanos a romper con los parámetros establecidos por los muralistas, dicha ruptura no perseguía conceptos iguales ni buscaba homogeneizar las propuestas plásticas, al contrario, pugnaba por la autonomía y los proyectos individuales, nadie mejor que el artista en su soledad podía y puede saber qué es lo que desea. Los primeros exponentes de dicho movimiento fueron Pedro Coronel, Rufino Tamayo y Juan Soriano, siendo precedidos por artistas como Lilia Carrillo, José Luis Cuevas, Enrique Echeverría, Manuel Felguérez, Fernando García Ponce, Alberto Gironella, Héctor Xavier, Vlady, etc. Confrontación 66 no cambia radicalmente de temática ya que aún utiliza algunos de carácter nacionalista pero no con el énfasis del muralismo.

3.- Imágenes reconocibles.
-Es lo opuesto al abstraccionismo.
-Pueden ser imágenes fieles o distorsionadas.
Hasta antes del movimiento de ruptura en México, la pintura había sido de carácter figurativo ya que aunque algunos artistas utilizaban corrientes como el cubismo, por excelencia continuaron con un lenguaje que fuese entendible para todos, es decir, la pintura figurativa.

4.- Sin duda alguna, el movimiento de ruptura que surgió a partir de los años 60 en México encaminó a muchos artistas a seguir bajo el mismo parámetro, es decir, la reacción que hubo en contra del muralismo con respecto a algunos temas y la técnica. A consecuencia de esto comenzaron a realizarse representaciones de la temática nacional completamente diferentes a las que se realizaban en el muralismo y éstas no sólo fueron en la pintura sino también en la escultura, en la que se utilizó el geometrismo abstracto, mismo que artistas en la exposición de confrontación 66 utilizaron en sus obras.

5.- El muralismo trataba temas nacionalistas de una manera muy figurativa a modo que fuera reconocido como un lenguaje capaz de ser decodificado por todos, es decir, eran evidentes las imágenes de personajes u objetos ahí representados; además de estar colocados en espacios al aire libre, donde toda la gente pudiera verlos. En cambio las obras del movimiento de ruptura no contienen elementos figurativos sino todo lo contrario, se caracteriza por cierto abstraccionismo en las imágenes.

6.- La verdad no estoy muy inmiscuida en la obra de Gabriel Orozco, por tanto conozco muy poco y lo que puedo decir al respecto es que utiliza elementos y objetos comunes para recrear situaciones de la vida cotidiana de una forma muy peculiar en los que describe lugares o el tiempo y eso lo hace en disciplinas como el video, la fotografía, instalación o esculturas.

7.- Desde una perspectiva personal, la diferencia entre la obra de Sebastián y Alfredo Zalce, es clara: Zalce pertenece a la vieja escuela y realiza obra en disciplinas como la pintura, escultura y grabado pero para realizar estar comparación será necesario hablar específicamente de la escultura. Su obra escultórica es más figurativa que la de Sebastián ya que este último tiene como recurso el geometrismo abstraccionista además de la monumentalidad y el color estridentista. Cabe mencionar que Sebastián para realizar sus esculturas hace un minucioso estudio matemático en cada una de las formas que él utiliza. En cambio Alfredo Zalce sólo realiza figuras que salen de su imaginación o que ya existen y sólo realiza algunas modificaciones o bien, las presenta tal y como son.